martes, 2 de junio de 2015

Artículo final


Como última actividad, a modo de despedida, hare una recopilación de los aspectos más relevantes de esta asignatura “Didáctica de la lengua española en Educación Primaria”.

El Bloque 1 nos mostró la importancia de la comunicación oral. El lenguaje humano está compuesto por signos y combinaciones de signos organizados. Pero es algo más que un instrumento de comunicación: pensamiento y lenguaje están íntimamente relacionados y el desarrollo del lenguaje influye en el desarrollo del razonamiento y de la cognición.  

En el proceso comunicativo el emisor transmite una señal (mensaje) a un receptor. La señal ha de apuntar a un referente (significado) y tanto el emisor como el receptor han de coincidir en la posesión de un código. La señal “viaja” del emisor al receptor por medio del canal. Esto siempre se realiza dentro de un contexto y de una situación. Cada uno de estos factores da lugar a una función lingüística: expresiva, conativa, referencial, fática, metalingüística y poética.

La competencia lingüística es la capacidad de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una determinada comunidad de habla. Es en la educación primaria cuando los niños pasan de un monólogo colectivo a un diálogo o comunicación real, que es el que permite intercambios sociales. La escuela debe liberar la expresión infantil favoreciendo la integración verbal del niño en el aula y el primer paso para ello será motivar y desarrollar al máximo la expresión oral a partir de su propia experiencia. Las características de la lengua oral son las siguientes:

-          El canal que utiliza es el canal auditivo
-          La emisión y recepción del signo es sucesiva
-          La comunicación es espontánea
-          Es una comunicación inmediata en el tiempo y el espacio
-          Es una comunicación efímera
-          Uso de los códigos paralingüísticos
-          Interacción
-          El contexto extralingüístico cobra un papel importante

Con la mejora de la expresión oral se pretende que los alumnos comuniquen a los demás de forma adecuada no solamente contenidos, sino también emociones y pensamientos.

La comprensión oral apenas se trabaja en el aula, los niños oyen pero nadie les enseña a escuchar. Los emisores han de sentirse respetados, escuchados y valorados y es tarea del maestro crear un clima adecuado para que esto suceda.

Podemos trabajar la lengua oral en Primaria a través de comunicaciones plurales, en pequeños grupos o gran grupo (lluvia de ideas, conversaciones, diálogos, entrevistas, debates y puestas en común) o de comunicaciones singulares (exposición, monólogo, narración de historias, chistes, cuentacuentos, etc.).

Las estrategias grupales de expresión oral suelen ser de carácter espontáneo. Las intervenciones se realizarán siempre bajo la premisa “piensa antes de hablar”. En nuestra evaluación tendremos en cuenta la escucha activa, la participación, la coherencia de las aportaciones, la claridad en la explicación, la vocalización, la pronunciación y el uso correcto de la gramática.

Las estrategias individuales y alguna grupal como la entrevista o la exposición de ideas previas a un debate, han de prepararse previamente. El maestro debe formar a los alumnos en los pasos que han de seguir para preparar una intervención oral.

Algunos de los consejos que como futura maestra me anoto sobre este tema son:

-          Para hablar hay que crear situaciones donde se hable y se haga de forma adecuada, lúdica y constructiva.
-          La clase de lengua no es el único momento para el desarrollo de la expresión oral.
-          La comprensión y la expresión oral están íntimamente unidas, y así deben trabajarse.
-          Antes de nada hemos de enseñar a los niños a escuchar, ejemplificar conversaciones dirigidas con pausas para explicar aspectos interesantes, evaluar actitudes positivas y negativas después de un diálogo, atajar malos hábitos como la interrupción o la crítica, etc.  
-          Es importante crear situaciones de diálogo sobre temas que interesen a los alumnos, sobre los que tengan conocimiento, juicios propios y visiones personales.
-          Debemos dejarlos hablar libremente, interviniendo lo menos posible para no coartar su expresividad.
-          No debemos descalificar la acción de hablar ante los alumnos con refranes como “En boca cerrada no entran moscas…”
-          No debemos interrumpir las comunicaciones espontáneas de los alumnos con correcciones referidas al registro de habla formal.

Este primer bloque me hizo reflexionar sobre la forma errónea en la que se trabaja la comunicación oral en los colegios. Los maestros no propician situaciones adecuadas, tienden a corregir continuamente a los alumnos haciendo que éstos se cohíban, a trabajar contenidos sin motivación alguna y sin que sean de interés para los niños y sobre todo les hacen preguntas cerradas sin dejarles expresarse libremente. Uno de los defectos de la sociedad actual es que no sabe dialogar, parece que la mayoría se quedó en la fase del diálogo egocéntrico, en la que se está más pendiente de lo que se quiere decir que de escuchar y responder coherentemente a los demás. En nuestras manos está que nuestros alumnos desarrollen una buena competencia lingüística.




En el Bloque 2 nos adentramos en la comunicación escrita, centrándonos en la lectura. Leer no es simplemente descodificar un escrito. Leer es interpretar, comprender, relacionar, tomar partido. Leer es conocer lugares, personajes, ideas y sentimientos ajenos. Leer es aprender, analizar, reflexionar y adquirir valores fundamentales.

El acto lector utiliza, a partir de la percepción del signo visual, los procesos de comprensión, atención y memoria. La atención lectora tiene que ver, fundamentalmente, con tres elementos: el lector, el texto y el objetivo pretendido. Cuando leemos, utilizamos continuamente la memoria para relacionar elementos entre sí, para otorgarles significados y para interpretar estos desde nuestra propia visión o la del autor. En la lectura intervienen la memoria a corto plazo, la memoria a medio plazo y la memoria a largo plazo.

La inferencia es un acto que realiza el receptor del mensaje para interpretar la referencia a partir de sus conocimientos, esquemas de valores, emociones y vivencias, realizando así una comprensión connotativa. Inferimos siempre que comprendemos, porque comprender es interpretar a partir de nuestros conocimientos y experiencias previas.

Existen distintos métodos de aprendizaje de la lectura:

-          Sintéticos/Analíticos: por los procesos psicológicos que intervienen en el aprendizaje.
-          Alfabéticos/Silábicos/Fonéticos/Léxicos/Fraseológicos: por los elementos que intervienen como base de la enseñanza.
-          Globales/Ideovisuales: por los mecanismos de percepción de ideas e identificación de palabras.
-          Audiovisuales/Visuales: por la vía sensorial que prefieren utilizar para enseñar a los alumnos a identificar palabras.

En España se utilizan las metodologías de base sintética fundamentadas en la ruta fonológica, acostumbrando así a los cerebros de los niños a descodificar en lugar de acostumbrarlos a reconocer y a otorgar significados directamente, es decir, a comprender (ruta ideovisual). Todos los estudios demuestran que el aprendizaje de la lectura debe basarse en metodologías mixtas, debe ser significativo y debe ser funcional. Por lo tanto, los mejores métodos son los mixtos de base analítica, ya sean tradicionales o constructivos.

Los procesos cognitivos implicados en la lectura son: procesos perceptivos, procesos léxicos, procesos sintácticos y procesos semánticos.

Respecto a la lectura oral en Primaria, destacaremos que los alumnos, actualmente siguen la lectura oral, no desarrollan la comprensión ni la escucha, por lo que será importante realizar un proceso adecuado en cualquier lectura oral que beneficie tanto al emisor como al receptor y que nos permita evaluar aspectos tales como la entonación o la comprensión. El maestro ha de ofrecer modelos adecuados a cada edad y a cada tipo de lectura.

A leer se aprende leyendo, y para ello hay que entrenar conjuntamente y por separado las microhabilidades y microcapacidades que componen esta actividad.

Dentro de desarrollo de las habilidades lectoras deben plantearse ejercicios encaminados a trabajar: la habilidad visual, el desarrollo de la lengua oral y escrita, la comprensión y la memoria a corto y a largo plazo.

Se establecen diferentes tipos de lectura atendiendo a tres aspectos:

-          A la diferencia de códigos: Lectura en voz alta o lectura oral y lectura silenciosa.
-          A los objetivos de la lectura: Lectura extensiva,  lectura intensiva, lectura rápida o  superficial y lectura involuntaria.
-          A la velocidad de la lectura: Lectura integral y lectura selectiva.

Para desarrollar la competencia lectora debemos incidir en aspectos tales como: extraer información específica del texto, comprender globalmente el texto, realizar inferencias lógicas, interpretar e integrar ideas e información, interpretar, reflexionar sobre el contenido y sobre la forma.

Algunos de los contenidos vistos en este bloque (métodos de aprendizaje de la lectura, procesos cognitivos implicados…) ya los había estudiado con anterioridad en otras asignaturas de educación infantil. Algo que me ha llamado especialmente la atención, ha sido el aspecto de lo mal que están enfocadas las lecturas en voz alta en las aulas de educación primaria, ya que creo que en prácticamente todas se sigue el modelo de “un niño lee en voz alta lo que el profesor le manda  mientras los demás leen el párrafo siguiente por si les toca”. Además la imposición de un mismo ritmo de lectura a todos, la lectura de libros obligatorios… Son prácticas que lo único que hacen es alejar a los niños de la lectura, y que yo como futura maestra intentaré evitar.



En el Bloque 3   nos adentramos en la escritura, proceso por el que se pasa de la posesión interna de un concepto, idea o pensamiento a su transformación mediante una codificación de símbolos gráficos, con intención comunicativa.

La grafomotricidad, solo utilizada en la escritura manuscrita, implica direccionalidad, tono muscular, coordinación visomotora y ubicación espacial.

En relación con el desarrollo de la grafomotricidad inciden factores físico-fisiológicos, psíquico-cognitivos y socioculturales.

En el aprendizaje de la escritura manuscrita, el niño debe superar dos obstáculos: la adquisición de la forma de las letras y la adquisición de la trayectoria de la escritura.

Las mismas metodologías que hemos visto en referencia al aprendizaje de la lectura poseen su correspondencia en el aprendizaje de la escritura.

Una vez que los niños son capaces de trazar todos los grafemas de forma adecuada, la escritura manuscrita debe entrenarse con dos objetivos fundamentales: legibilidad y claridad. Es necesario hacer conscientes a nuestros alumnos de que el aspecto de la letra, la presentación, la limpieza y el orden siempre nos llama la atención y nos hace pensar que su autor es una persona cuidadosa y responsable. En la actividad de este bloque vimos cómo llevar a cabo actividades para reforzar dicho aspecto en distintos cursos de Educación Primaria.

Aspectos que inciden en el desarrollo de la grafomotricidad y la caligrafía son: postura y hábitos, movimiento gráfico, presión, velocidad y ritmo.

En cualquier caso, teniendo en cuenta la era digital en la que vivimos, es imprescindible que eduquemos, en la medida de lo posible, a nuestros alumnos en el manejo de los teclados con soltura y agilidad. Este es un aspecto que me ha llamado bastante la atención, ya que me parecía impensable la posibilidad de que a lo largo de este siglo, veamos desaparecer la escritura manuscrita en las aulas y se centre la enseñanza exclusivamente en el formato digital, como Finlandia ya ha anunciado que ocurrirá. Aunque yo, personalmente, no termino de llegar a compartir que los medios tecnológicos acaparen todo de esta forma, ya que en cierto modo me da pena que se pierdan prácticas como la escritura manuscrita o  la lectura de libros materiales, sustituidos por eBooks.

Por otro lado, otro de los puntos que afronta el bloque es el desarrollo de la expresión escrita en primaria, cómo enseñar a los niños a redactar. Cierto es que todos los maestros parecen generalizar demasiado la palabra “redacción” (yo la primera), y algo que he aprendido es que debemos concretar, utilizando los términos adecuados, no pidiéndoles a los alumnos que realicen una redacción, sino pidiéndoles que realicen aquello que deseamos: cuentos, narraciones, descripciones, reflexiones, etc. Aunque la elaboración de cualquiera de ellos suponga tener que redactar; debemos hablar con propiedad.

Debemos enfocar nuestro trabajo a que los niños elaboren textos sobre lo que quieren decir y expresándolo de forma clara y ordenada, es decir, con coherencia y cohesión, pilares básicos de la escritura.

El tipo de texto que más se ajusta a las necesidades y capacidades de los alumnos de primaria es el texto informativo, cuyo objetivo es dar a conocer algo, añadir nuevas ideas, nuevos conocimientos o nuevas creencias a los receptores. Bajo esta denominación encontramos: textos narrativos, textos descriptivos, textos instructivos y textos explicativos.

Respecto a esto, algo de lo que he tomado nota para mi futura práctica docente, es que no se le puede decir a un niño que “elabore un texto informativo”, sino que debemos proponer actividades muy concretas centradas en géneros específicos de la lengua escrita. Así podremos pedirles que elaboren cartas, recetas, noticias, un diario...

Los aspectos más relevantes a la hora de evaluar la expresión escrita en primaria serán: vocabulario, cohesión y organización, ortografía, contenido y presentación.



En el Bloque 4 vimos la importancia de la ortografía y la semántica.

Definimos ortografía como el conjunto de normas que rigen la representación escrita. Las bases fundamentales para el trabajo ortográfico son la atención, la memoria visual y el uso funcional de la escritura. La metodología tradicional de reglas y excepciones, ha resultado inoperante. La lectura y la escritura reflexivas y analíticas son las verdaderas bases de una buena formación ortográfica (así como de un buen desarrollo del vocabulario). A ello ayudaran actividades que lleven a los niños a fijarse en las grafías y palabras más complicadas. La mejor baza para la buena ortografía es la motivación.

A la hora de plantear cualquier actividad para nuestros alumnos, siempre tendremos en consideración el siguiente proceso de trabajo: Preparación (objetivos, materiales…), puesta en práctica (evaluación inicial, explicación motivacional de la actividad, ejemplo, ejecución) y evaluación (por parte de los niños y por la nuestra propia). Las actividades han de ajustarse al momento evolutivo-cognitivo y a los intereses de los niños en las diferentes edades, que el maestro ha de conocer.

Una de las prácticas más habituales son los dictados tradicionales, pero con éstos lo único que logramos son actividades evaluativas y no formativas. Con actividades como La bolsa mágica, dictado rayo, el profesor chiflado, dictado gruyere, dictado de pared… Conseguiremos trabajar y evaluar, de una manera abierta, continua, preventiva y por supuesto entretenida.

Algunas actividades lúdico-didácticas para el desarrollo de la ortografía, que como futura docente me apunto son: ecos, la palmada, cóctel de sílabas, marcianitos, esdrupoema, bingo ortográfico…

Por otro lado nos encontramos con la semiótica, la semántica y el vocabulario:

La semiótica se ocupa del sentido otorgado a cualquier señal y a los procesos de producción e interpretación de un contexto social o cultural determinado.

La semántica se refiere al estudio del significado y la interpretación de los signos lingüísticos. A lo largo de Educación Primaria, los niños profundizarán en el conocimiento de categorías y campos semánticos, sinónimos y antónimos, familias léxicas, etc.

El vocabulario es el conjunto de palabras o vocablos que constituyen una lengua. Al aprender una nueva palabra aprendemos su articulación, su correcta ortografía y su significado dependiendo del contexto en el que se encuentre.

Nuestra labor como maestros será afianzar los conocimientos semánticos de los alumnos, fomentar la aparición de nuevas palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarles a aprender el significado de términos nuevos y hacer del trabajo con el diccionario un juego más, ameno y significativo.

Existen diferentes tipos de actividades con las que podemos trabajar la interiorización de la semántica: convencionales (ejercicios mecánicos como relacionar palabras con ilustraciones o definiciones, ordenar palabras alfabéticamente…), lúdicas (tienen el ingrediente motivador del juego, como ocurre en el ahorcado, en crucigramas o sopas de letras, adivinanzas, pictogramas…), contextualizadas (todas las palabras están dentro de un contexto, como por ejemplo en prensa), realias (documentos reales de la realidad extraescolar: fotografías y carteles, visitas de personas…) y constelaciones (mostrar conexiones léxicas realizadas a partir de una palabra) y dramatización.

El bloque muestra  una serie de actividades lúdico-didácticas específicas para el desarrollo de la semántica y del vocabulario, lo cual me ha parecido muy práctico para un futuro. Entre ellas destaco: La clase está llena de…, de la Habana ha venido un barco cargado de…, el ahorcado, el gato del cura es un gato…, escribir la palabra más larga, la palabra viva, bingo de las palabras, cóctel de letras, crucigramas y sopas de letras, encadenados, el respondón, stop, etc.

Sin duda, lo que más me ha gustado de este bloque ha sido la cantidad de actividades alternativas a las tradicionales que se ofrecen para la práctica de la ortografía y la semántica. A veces me cuesta entender que siga habiendo maestros (y no son pocos precisamente) que se limiten a trabajar los métodos tradicionales sin ir más allá, con la gran variedad de recursos y materiales disponibles que hay y que mejorarían con creces la motivación y competencia de sus alumnos. La actividad que realizamos me pareció muy acertada (de hecho fue la que más disfruté realizando), ya que nos tuvimos que poner en la piel de un maestro de diferentes cursos de educación primaria, y atendiendo a las características de los mismos proponer actividades siguiendo paso a paso las orientaciones metodológicas dadas en el tema.  Espero poder llevar a cabo muchas de las actividades vistas en mi futura práctica docente.



Para terminar, en el Bloque 5 nos centramos en cómo ha de trabajarse en educación primaria el nivel morfosintáctico de la lengua. La morfosintaxis es el conjunto de elementos y reglas que permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad. Para comenzar, repasamos, que nunca está de más, los conceptos morfosintácticos (sujeto y predicado, núcleo, complementos…).

Con el tiempo, los niños olvidan las conjugaciones memorizadas, las definiciones de los libros de texto y los análisis sintácticos de las oraciones. Pero deberán haber integrado reflexivamente estos aprendizajes a sus producciones orales y escritas. Si los niños no entienden lo que están haciendo no lo integrarán, por lo que trataremos de atajar la mera memorización y aprendizaje mecánico favoreciendo la reflexión y el análisis sobre el propio uso de la lengua.

Algo muy práctico de este bloque, es que nos muestra los aprendizajes que deben adquirir los alumnos de primaria, según el curso,  en relación con la morfología y la sintaxis española.

Para la interiorización de la morfosintaxis llevaremos a cabo actividades metacognitivas (seleccionando aquellas que respondan a modernos conceptos pedagógicos), actividades lúdic-didácticas (palabras que crecen, frases encadenadas, sujeto busca predicado, papelitos disparatados…) y actividades comunicativas (poniendo el acento no en cuáles y cómo son las formas lingüísticas, sino en para que sirven y cuál es la mejor opción en cada contexto).

La actividad de este bloque me ha permitido descubrir, además de numerosas actividades alternativas a las tradicionales (que espero en un futuro poder poner en práctica),  la cantidad de recursos web que existen dedicados a ejercitar aprendizajes gramaticales, los cuales creo que favorecen la motivación de los alumnos y su deseo de autosuperación.



Concluyendo...

El curso pasado trabajé por primera vez con esta metodología, en la asignatura de Literatura Infantil, y la verdad es que, una vez más, llego a la misma conclusión: se trabaja mucho  pero se aprende mucho más. Cierto es que cursarla en semipresencial dificulta la tarea de realizar las actividades bien a la primera, ya que en las clases presenciales  se despejan muchas dudas. Pero  las aportaciones de los compañeros y las correcciones de Irune hacen que todos los trabajos realizados acaben siendo satisfactorios.
 Los contenidos teóricos me han parecido muy interesantes y  perfectamente ordenados y estructurados, cosa que realmente es de agradecer. Además realizar actividades en relación con el tema que se acaba de estudiar nos permite poner en práctica y afianzar los conocimientos adquiridos.

Todavía me queda un largo camino por recorrer en mi formación para ser maestra de Educación Primaria, pero estoy segura de que el día en el que lo sea recordaré el enfoque que se nos ha transmitido sobre la Didáctica de la Lengua y la Literatura. 

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