Como última actividad, a modo de
despedida, hare una recopilación de los aspectos más relevantes de esta
asignatura “Didáctica de la lengua española en Educación Primaria”.
El Bloque 1 nos mostró la
importancia de la comunicación oral. El lenguaje humano está compuesto por
signos y combinaciones de signos organizados. Pero es algo más que un
instrumento de comunicación: pensamiento y lenguaje están íntimamente
relacionados y el desarrollo del lenguaje influye en el desarrollo del razonamiento
y de la cognición.
En el proceso comunicativo el
emisor transmite una señal (mensaje) a un receptor. La señal ha de apuntar a un
referente (significado) y tanto el emisor como el receptor han de coincidir en
la posesión de un código. La señal “viaja” del emisor al receptor por medio del
canal. Esto siempre se realiza dentro de un contexto y de una situación. Cada
uno de estos factores da lugar a una función lingüística: expresiva, conativa,
referencial, fática, metalingüística y poética.
La competencia lingüística es la
capacidad de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una
determinada comunidad de habla. Es en la educación primaria cuando los niños
pasan de un monólogo colectivo a un diálogo o comunicación real, que es el que
permite intercambios sociales. La escuela debe liberar la expresión infantil
favoreciendo la integración verbal del niño en el aula y el primer paso para
ello será motivar y desarrollar al máximo la expresión oral a partir de su
propia experiencia. Las características de la lengua oral son las siguientes:
-
El canal que utiliza es el canal auditivo
-
La emisión y recepción del signo es sucesiva
-
La comunicación es espontánea
-
Es una comunicación inmediata en el tiempo y el
espacio
-
Es una comunicación efímera
-
Uso de los códigos paralingüísticos
-
Interacción
-
El contexto extralingüístico cobra un papel
importante
Con la mejora de la expresión
oral se pretende que los alumnos comuniquen a los demás de forma adecuada no
solamente contenidos, sino también emociones y pensamientos.
La comprensión oral apenas se
trabaja en el aula, los niños oyen pero nadie les enseña a escuchar. Los
emisores han de sentirse respetados, escuchados y valorados y es tarea del
maestro crear un clima adecuado para que esto suceda.
Podemos trabajar la lengua oral
en Primaria a través de comunicaciones plurales, en pequeños grupos o gran
grupo (lluvia de ideas, conversaciones, diálogos, entrevistas, debates y
puestas en común) o de comunicaciones singulares (exposición, monólogo,
narración de historias, chistes, cuentacuentos, etc.).
Las estrategias grupales de
expresión oral suelen ser de carácter espontáneo. Las intervenciones se
realizarán siempre bajo la premisa “piensa antes de hablar”. En nuestra
evaluación tendremos en cuenta la escucha activa, la participación, la
coherencia de las aportaciones, la claridad en la explicación, la vocalización,
la pronunciación y el uso correcto de la gramática.
Las estrategias individuales y
alguna grupal como la entrevista o la exposición de ideas previas a un debate,
han de prepararse previamente. El maestro debe formar a los alumnos en los
pasos que han de seguir para preparar una intervención oral.
Algunos de los consejos que como
futura maestra me anoto sobre este tema son:
-
Para hablar hay que crear situaciones donde se
hable y se haga de forma adecuada, lúdica y constructiva.
-
La clase de lengua no es el único momento para
el desarrollo de la expresión oral.
-
La comprensión y la expresión oral están
íntimamente unidas, y así deben trabajarse.
-
Antes de nada hemos de enseñar a los niños a
escuchar, ejemplificar conversaciones dirigidas con pausas para explicar
aspectos interesantes, evaluar actitudes positivas y negativas después de un
diálogo, atajar malos hábitos como la interrupción o la crítica, etc.
-
Es importante crear situaciones de diálogo sobre
temas que interesen a los alumnos, sobre los que tengan conocimiento, juicios
propios y visiones personales.
-
Debemos dejarlos hablar libremente,
interviniendo lo menos posible para no coartar su expresividad.
-
No debemos descalificar la acción de hablar ante
los alumnos con refranes como “En boca
cerrada no entran moscas…”
-
No debemos interrumpir las comunicaciones
espontáneas de los alumnos con correcciones referidas al registro de habla
formal.
Este primer bloque me hizo
reflexionar sobre la forma errónea en la que se trabaja la comunicación oral en
los colegios. Los maestros no propician situaciones adecuadas, tienden a
corregir continuamente a los alumnos haciendo que éstos se cohíban, a trabajar
contenidos sin motivación alguna y sin que sean de interés para los niños y
sobre todo les hacen preguntas cerradas sin dejarles expresarse libremente. Uno
de los defectos de la sociedad actual es que no sabe dialogar, parece que la
mayoría se quedó en la fase del diálogo egocéntrico, en la que se está más
pendiente de lo que se quiere decir que de escuchar y responder coherentemente
a los demás. En nuestras manos está que nuestros alumnos desarrollen una buena
competencia lingüística.
En el Bloque 2 nos
adentramos en la comunicación escrita, centrándonos en la lectura. Leer no es
simplemente descodificar un escrito. Leer es interpretar, comprender,
relacionar, tomar partido. Leer es conocer lugares, personajes, ideas y
sentimientos ajenos. Leer es aprender, analizar, reflexionar y adquirir valores
fundamentales.
El acto lector utiliza, a partir
de la percepción del signo visual, los procesos de comprensión, atención y
memoria. La atención lectora tiene que ver, fundamentalmente, con tres
elementos: el lector, el texto y el objetivo pretendido. Cuando leemos,
utilizamos continuamente la memoria para relacionar elementos entre sí, para
otorgarles significados y para interpretar estos desde nuestra propia visión o
la del autor. En la lectura intervienen la memoria a corto plazo, la memoria a
medio plazo y la memoria a largo plazo.
La inferencia es un acto que
realiza el receptor del mensaje para interpretar la referencia a partir de sus
conocimientos, esquemas de valores, emociones y vivencias, realizando así una
comprensión connotativa. Inferimos siempre que comprendemos, porque comprender
es interpretar a partir de nuestros conocimientos y experiencias previas.
Existen distintos métodos de
aprendizaje de la lectura:
-
Sintéticos/Analíticos: por los procesos
psicológicos que intervienen en el aprendizaje.
-
Alfabéticos/Silábicos/Fonéticos/Léxicos/Fraseológicos:
por los elementos que intervienen como base de la enseñanza.
-
Globales/Ideovisuales: por los mecanismos de
percepción de ideas e identificación de palabras.
-
Audiovisuales/Visuales: por la vía sensorial que
prefieren utilizar para enseñar a los alumnos a identificar palabras.
En España se utilizan las
metodologías de base sintética fundamentadas en la ruta fonológica,
acostumbrando así a los cerebros de los niños a descodificar en lugar de
acostumbrarlos a reconocer y a otorgar significados directamente, es decir, a
comprender (ruta ideovisual). Todos los estudios demuestran que el aprendizaje
de la lectura debe basarse en metodologías mixtas, debe ser significativo y
debe ser funcional. Por lo tanto, los mejores métodos son los mixtos de base
analítica, ya sean tradicionales o constructivos.
Los procesos cognitivos
implicados en la lectura son: procesos perceptivos, procesos léxicos, procesos
sintácticos y procesos semánticos.
Respecto a la lectura oral en
Primaria, destacaremos que los alumnos, actualmente siguen la lectura oral, no
desarrollan la comprensión ni la escucha, por lo que será importante realizar
un proceso adecuado en cualquier lectura oral que beneficie tanto al emisor
como al receptor y que nos permita evaluar aspectos tales como la entonación o
la comprensión. El maestro ha de ofrecer modelos adecuados a cada edad y a cada
tipo de lectura.
A leer se aprende leyendo, y para
ello hay que entrenar conjuntamente y por separado las microhabilidades y
microcapacidades que componen esta actividad.
Dentro de desarrollo de las
habilidades lectoras deben plantearse ejercicios encaminados a trabajar: la
habilidad visual, el desarrollo de la lengua oral y escrita, la comprensión y
la memoria a corto y a largo plazo.
Se establecen diferentes tipos de
lectura atendiendo a tres aspectos:
-
A la diferencia de códigos: Lectura en voz alta
o lectura oral y lectura silenciosa.
-
A los objetivos de la lectura: Lectura
extensiva, lectura intensiva, lectura
rápida o superficial y lectura
involuntaria.
-
A la velocidad de la lectura: Lectura integral y
lectura selectiva.
Para desarrollar la competencia
lectora debemos incidir en aspectos tales como: extraer información específica
del texto, comprender globalmente el texto, realizar inferencias lógicas,
interpretar e integrar ideas e información, interpretar, reflexionar sobre el
contenido y sobre la forma.
Algunos de los contenidos vistos
en este bloque (métodos de aprendizaje de la lectura, procesos cognitivos
implicados…) ya los había estudiado con anterioridad en otras asignaturas de
educación infantil. Algo que me ha llamado especialmente la atención, ha sido el
aspecto de lo mal que están enfocadas las lecturas en voz alta en las aulas de
educación primaria, ya que creo que en prácticamente todas se sigue el modelo
de “un niño lee en voz alta lo que el
profesor le manda mientras los demás
leen el párrafo siguiente por si les toca”. Además la imposición de un
mismo ritmo de lectura a todos, la lectura de libros obligatorios… Son
prácticas que lo único que hacen es alejar a los niños de la lectura, y que yo
como futura maestra intentaré evitar.
En el Bloque 3 nos
adentramos en la escritura, proceso por el que se pasa de la posesión interna
de un concepto, idea o pensamiento a su transformación mediante una codificación
de símbolos gráficos, con intención comunicativa.
La grafomotricidad, solo
utilizada en la escritura manuscrita, implica direccionalidad, tono muscular, coordinación
visomotora y ubicación espacial.
En relación con el desarrollo de
la grafomotricidad inciden factores físico-fisiológicos, psíquico-cognitivos y
socioculturales.
En el aprendizaje de la escritura
manuscrita, el niño debe superar dos obstáculos: la adquisición de la forma de
las letras y la adquisición de la trayectoria de la escritura.
Las mismas metodologías que hemos
visto en referencia al aprendizaje de la lectura poseen su correspondencia en el
aprendizaje de la escritura.
Una vez que los niños son capaces
de trazar todos los grafemas de forma adecuada, la escritura manuscrita debe
entrenarse con dos objetivos fundamentales: legibilidad y claridad. Es
necesario hacer conscientes a nuestros alumnos de que el aspecto de la letra,
la presentación, la limpieza y el orden siempre nos llama la atención y nos
hace pensar que su autor es una persona cuidadosa y responsable. En la
actividad de este bloque vimos cómo llevar a cabo actividades para reforzar
dicho aspecto en distintos cursos de Educación Primaria.
Aspectos que inciden en el
desarrollo de la grafomotricidad y la caligrafía son: postura y hábitos,
movimiento gráfico, presión, velocidad y ritmo.
En cualquier caso, teniendo en
cuenta la era digital en la que vivimos, es imprescindible que eduquemos, en la
medida de lo posible, a nuestros alumnos en el manejo de los teclados con
soltura y agilidad. Este es un aspecto que me ha llamado bastante la atención,
ya que me parecía impensable la posibilidad de que a lo largo de este siglo,
veamos desaparecer la escritura manuscrita en las aulas y se centre la
enseñanza exclusivamente en el formato digital, como Finlandia ya ha anunciado
que ocurrirá. Aunque yo, personalmente, no termino de llegar a compartir que
los medios tecnológicos acaparen todo de esta forma, ya que en cierto modo me
da pena que se pierdan prácticas como la escritura manuscrita o la lectura de libros materiales, sustituidos
por eBooks.
Por otro lado, otro de los puntos
que afronta el bloque es el desarrollo de la expresión escrita en primaria,
cómo enseñar a los niños a redactar. Cierto es que todos los maestros parecen
generalizar demasiado la palabra “redacción” (yo la primera), y algo que he
aprendido es que debemos concretar, utilizando los términos adecuados, no
pidiéndoles a los alumnos que realicen una redacción, sino pidiéndoles que
realicen aquello que deseamos: cuentos, narraciones, descripciones,
reflexiones, etc. Aunque la elaboración de cualquiera de ellos suponga tener
que redactar; debemos hablar con propiedad.
Debemos enfocar nuestro trabajo a
que los niños elaboren textos sobre lo que quieren decir y expresándolo de
forma clara y ordenada, es decir, con coherencia y cohesión, pilares básicos de
la escritura.
El tipo de texto que más se
ajusta a las necesidades y capacidades de los alumnos de primaria es el texto
informativo, cuyo objetivo es dar a conocer algo, añadir nuevas ideas, nuevos
conocimientos o nuevas creencias a los receptores. Bajo esta denominación
encontramos: textos narrativos, textos descriptivos, textos instructivos y
textos explicativos.
Respecto a esto, algo de lo que
he tomado nota para mi futura práctica docente, es que no se le puede decir a
un niño que “elabore un texto informativo”, sino que debemos proponer
actividades muy concretas centradas en géneros específicos de la lengua
escrita. Así podremos pedirles que elaboren cartas, recetas, noticias, un
diario...
Los aspectos más relevantes a la
hora de evaluar la expresión escrita en primaria serán: vocabulario, cohesión y
organización, ortografía, contenido y presentación.
En el Bloque 4 vimos la
importancia de la ortografía y la semántica.
Definimos ortografía como el
conjunto de normas que rigen la representación escrita. Las bases fundamentales
para el trabajo ortográfico son la atención, la memoria visual y el uso
funcional de la escritura. La metodología tradicional de reglas y excepciones,
ha resultado inoperante. La lectura y la escritura reflexivas y analíticas son
las verdaderas bases de una buena formación ortográfica (así como de un buen
desarrollo del vocabulario). A ello ayudaran actividades que lleven a los niños
a fijarse en las grafías y palabras más complicadas. La mejor baza para la
buena ortografía es la motivación.
A la hora de plantear cualquier
actividad para nuestros alumnos, siempre tendremos en consideración el
siguiente proceso de trabajo: Preparación (objetivos, materiales…), puesta en
práctica (evaluación inicial, explicación motivacional de la actividad, ejemplo,
ejecución) y evaluación (por parte de los niños y por la nuestra propia). Las
actividades han de ajustarse al momento evolutivo-cognitivo y a los intereses
de los niños en las diferentes edades, que el maestro ha de conocer.
Una de las prácticas más
habituales son los dictados tradicionales, pero con éstos lo único que logramos
son actividades evaluativas y no formativas. Con actividades como La bolsa
mágica, dictado rayo, el profesor chiflado, dictado gruyere, dictado de pared…
Conseguiremos trabajar y evaluar, de una manera abierta, continua, preventiva y
por supuesto entretenida.
Algunas actividades
lúdico-didácticas para el desarrollo de la ortografía, que como futura docente
me apunto son: ecos, la palmada, cóctel de sílabas, marcianitos, esdrupoema,
bingo ortográfico…
Por otro lado nos encontramos con la semiótica, la semántica y el vocabulario:
Por otro lado nos encontramos con la semiótica, la semántica y el vocabulario:
La semiótica se ocupa del sentido
otorgado a cualquier señal y a los procesos de producción e interpretación de
un contexto social o cultural determinado.
La semántica se refiere al
estudio del significado y la interpretación de los signos lingüísticos. A lo
largo de Educación Primaria, los niños profundizarán en el conocimiento de categorías
y campos semánticos, sinónimos y antónimos, familias léxicas, etc.
El vocabulario es el conjunto de
palabras o vocablos que constituyen una lengua. Al aprender una nueva palabra
aprendemos su articulación, su correcta ortografía y su significado dependiendo
del contexto en el que se encuentre.
Nuestra labor como maestros será
afianzar los conocimientos semánticos de los alumnos, fomentar la aparición de
nuevas palabras en la conversación cotidiana en el aula, ayudarles a aprender
el significado de términos nuevos y hacer del trabajo con el diccionario un
juego más, ameno y significativo.
Existen diferentes tipos de
actividades con las que podemos trabajar la interiorización de la semántica:
convencionales (ejercicios mecánicos como relacionar palabras con ilustraciones
o definiciones, ordenar palabras alfabéticamente…), lúdicas (tienen el
ingrediente motivador del juego, como ocurre en el ahorcado, en crucigramas o
sopas de letras, adivinanzas, pictogramas…), contextualizadas (todas las
palabras están dentro de un contexto, como por ejemplo en prensa), realias
(documentos reales de la realidad extraescolar: fotografías y carteles, visitas
de personas…) y constelaciones (mostrar conexiones léxicas realizadas a partir
de una palabra) y dramatización.
El bloque muestra una serie de actividades lúdico-didácticas
específicas para el desarrollo de la semántica y del vocabulario, lo cual me ha
parecido muy práctico para un futuro. Entre ellas destaco: La clase está llena
de…, de la Habana ha venido un barco cargado de…, el ahorcado, el gato del cura
es un gato…, escribir la palabra más larga, la palabra viva, bingo de las
palabras, cóctel de letras, crucigramas y sopas de letras, encadenados, el
respondón, stop, etc.
Sin duda, lo que más me ha
gustado de este bloque ha sido la cantidad de actividades alternativas a las
tradicionales que se ofrecen para la práctica de la ortografía y la semántica.
A veces me cuesta entender que siga habiendo maestros (y no son pocos
precisamente) que se limiten a trabajar los métodos tradicionales sin ir más
allá, con la gran variedad de recursos y materiales disponibles que hay y que
mejorarían con creces la motivación y competencia de sus alumnos. La actividad
que realizamos me pareció muy acertada (de hecho fue la que más disfruté
realizando), ya que nos tuvimos que poner en la piel de un maestro de
diferentes cursos de educación primaria, y atendiendo a las características de
los mismos proponer actividades siguiendo paso a paso las orientaciones
metodológicas dadas en el tema. Espero poder
llevar a cabo muchas de las actividades vistas en mi futura práctica docente.
Para terminar, en el Bloque 5 nos
centramos en cómo ha de trabajarse en educación primaria el nivel
morfosintáctico de la lengua. La morfosintaxis es el conjunto de elementos y reglas
que permiten construir oraciones con sentido y carentes de ambigüedad. Para
comenzar, repasamos, que nunca está de más, los conceptos morfosintácticos
(sujeto y predicado, núcleo, complementos…).
Con el tiempo, los niños olvidan
las conjugaciones memorizadas, las definiciones de los libros de texto y los análisis
sintácticos de las oraciones. Pero deberán haber integrado reflexivamente estos
aprendizajes a sus producciones orales y escritas. Si los niños no entienden lo
que están haciendo no lo integrarán, por lo que trataremos de atajar la mera
memorización y aprendizaje mecánico favoreciendo la reflexión y el análisis
sobre el propio uso de la lengua.
Algo muy práctico de este bloque,
es que nos muestra los aprendizajes que deben adquirir los alumnos de primaria,
según el curso, en relación con la
morfología y la sintaxis española.
Para la interiorización de la
morfosintaxis llevaremos a cabo actividades metacognitivas (seleccionando
aquellas que respondan a modernos conceptos pedagógicos), actividades
lúdic-didácticas (palabras que crecen, frases encadenadas, sujeto busca
predicado, papelitos disparatados…) y actividades comunicativas (poniendo el
acento no en cuáles y cómo son las formas lingüísticas, sino en para que sirven
y cuál es la mejor opción en cada contexto).
La actividad de este bloque me ha
permitido descubrir, además de numerosas actividades alternativas a las
tradicionales (que espero en un futuro poder poner en práctica), la cantidad de recursos web que existen dedicados
a ejercitar aprendizajes gramaticales, los cuales creo que favorecen la
motivación de los alumnos y su deseo de autosuperación.
Concluyendo...
El curso pasado trabajé por
primera vez con esta metodología, en la asignatura de Literatura Infantil, y la
verdad es que, una vez más, llego a la misma conclusión: se trabaja mucho pero se aprende mucho más. Cierto es que
cursarla en semipresencial dificulta la tarea de realizar las actividades bien
a la primera, ya que en las clases presenciales se despejan muchas dudas. Pero las aportaciones de los compañeros y las
correcciones de Irune hacen que todos los trabajos realizados acaben siendo
satisfactorios.
Los contenidos teóricos me han parecido muy
interesantes y perfectamente ordenados y
estructurados, cosa que realmente es de agradecer. Además realizar actividades en
relación con el tema que se acaba de estudiar nos permite poner en práctica y
afianzar los conocimientos adquiridos.
Todavía me queda un largo camino
por recorrer en mi formación para ser maestra de Educación Primaria, pero estoy
segura de que el día en el que lo sea recordaré el enfoque que se nos ha transmitido sobre la Didáctica de la
Lengua y la Literatura.